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EL ECONOMISTA PREFERIDO DE MILEI

Arriazu: "Mientras el cisne negro de las elecciones exista, Argentina mantendrá un riesgo país alto"

El economista tucumano Ricardo Arriazu analizó la coyuntura argentina, destacando la solidez de las reservas del BCRA, una inflación en descenso, un tipo de cambio bajo control y un crecimiento económico liderado por sectores de bienes durables. Aunque advirtió de riesgos por la incertidumbre electoral y una demanda enfriada.

Por Tendencia de noticias

29 jul, 2025 04:52 p. m. Actualizado: 29 jul, 2025 04:52 p. m. AR
Arriazu: "Mientras el cisne negro de las elecciones exista, Argentina mantendrá un riesgo país alto"

Durante una exposición ante el Comité de Inversiones de SyC Inversiones, el economista tucumano Ricardo Arriazu, socio fundador de Arriazu Macroanalistas, ofreció un panorama detallado sobre la situación macroeconómica argentina, abordando la inflación, el tipo de cambio, las reservas del Banco Central (BCRA) y la actividad económica, en un contexto electoral que mantiene elevado el riesgo país.


En relación con la inflación, Arriazu señaló una notable desaceleración, con registros de 1,5% en mayo y 1,6% en junio, proyectando un índice “también debajo del 2%” para julio. Sin embargo, advirtió: “Todo lo relacionado a mano de obra está subiendo. Mucho más que alimento”, lo que podría presionar los precios en ciertos sectores.


Sobre el tipo de cambio, el economista más escuchado por el presidente Javier Milei, destacó que el Gobierno busca mantener el dólar bajo control. “El Gobierno no está conforme con un dólar a más de $1.300. Es mi impresión. Mientras el cisne negro de las elecciones exista, Argentina mantendrá un riesgo país alto. El gobierno tiene todas las herramientas para sostener o hacer bajar el dólar. Tiene mucha espalda”, afirmó. En este sentido, explicó que el BCRA utilizará “todos los instrumentos que tenga” para evitar que el dólar supere los $1.414, el techo de la banda de flotación actual, y subrayó que el tipo de cambio real se devaluó un 16,7% desde fines de 2024, tras un ajuste del 2% para exportaciones y del 8% para importaciones, según el acuerdo con el FMI.


Fortaleza de reservas


Arriazu también analizó el impacto de la apertura del cepo cambiario, que generó una demanda significativa de divisas. “La compra de divisas por particulares fue significativa tras la apertura del cepo, con cerca de u$s3.000 millones de dólares yendo a depósitos. Esta demanda requiere pesos, y los depósitos en pesos y dólares han crecido”, señaló. Sin embargo, destacó que la eliminación de las Letras de Financiamiento (Lefis) liberó “$10 billones” en el sistema, lo que provocó un desplome en la tasa de interés. Ante esto, el BCRA “intervino enérgicamente, llevando la tasa de interés a la nube” para estabilizar el mercado monetario.


En cuanto a las reservas, Arriazu precisó que las líquidas, excluyendo el swap con China, alcanzan los u$s27.000 millones, suficientes para cubrir vencimientos de capital de menos de u$s2.000 millones hasta fin de año. “Es la plata que tiene para hacer frente a vencimientos de capital de menos de u$s2.000 millones de acá hasta fin de año. Por lo tanto, acá no se juega el partido”, afirmó, subrayando la solidez de la posición del BCRA.


Panorama heterogéneo


Respecto a la actividad económica, el especialista tucumano señaló que el indicador mensual desestacionalizado alcanzó en abril “el nivel máximo histórico absoluto”, impulsado por sectores como la venta de heladeras, que crecieron “como 100%”, y la industria automotriz, beneficiada por el acceso a “crédito y con cuotas”. No obstante, advirtió que este repunte es “tremendamente heterogéneo” y difícilmente sostenible, ya que “muchas de estas cosas no se van a repetir. La heladera se compra por una vez, un auto por una vez y se renueva cada tanto tiempo. El turismo ya se dieron el gusto”. Además, señaló que el aumento de tasas y el crecimiento de depósitos en dólares por encima del crédito están “enfriando la economía” y reduciendo la demanda agregada.


De cara a 2026, Arriazu proyectó una recuperación en el valor de la cosecha, favorecida por mejores condiciones climáticas, la presencia de un “niño modelado” y la reducción de retenciones, lo que podría impulsar el sector agropecuario. Sin embargo, insistió en que la incertidumbre electoral seguirá siendo un factor clave para la estabilidad económica.

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